DOBLEMENTE MADRE

No quiero  en esta oportunidad, referirme solo a la fecha más grande, sublime,
colorida, alegre, tierno y dulce al día más hermoso del calendario.
¡El día de la madre!

El día que estamos con ella
y compartimos los momentos felices
a la que llevamos flores
con versos dulces y amorosos.
Con regalos más caros,
paseos por doquier,
alguna fiesta organizamos
los besos, los abrazos...

Todos loshijos que tenemos
la dicha de tenerla viva, a nuestro lado,
le damos en la frente un beso
y la abrazamos, como cuando niños ella nos había abrazado.

Aunque muchas veces pasada la euforia la olvidamos
aquí en el corazón la amamos.

Con el perdón de todos los presentes
en esta ocasión no quiero referirme
a la mujer que nos albergó su vientre
antes de nacer, nueve largos meses.

En esta ocasión rindo mi homenaje a otra magnífica mujer,
que aunque no tuvo la dicha de que en sus entrañas
diera un hermoso hijo para amar y querer
se comportó como tal: Como una verdadera madre.

Que no le importó aceptar un pobre niño
de algún hogar destruido: un hijo adoptivo.
Que no le importó las críticas de vecinos
y absurdos mitos de la sociedad.

Lo cría con dulzura, dedicación y ternura
a veces con exageración, incluso con su propia vida.
Dios le dé la valiosa sabiduría
para cuidarle el camino hasta el fin de sus días.

También quiero dedicar este profundo homenaje
a la hermana convertida en madre
que por azares e injusticias de la vida y destino
se encargó de sus hermanitos
enfrentando fríos, crisis, miserias y hambre.

Y a la tía madre, la abuela madre, la nana madre
y a todas aquellas mujeres
que de una u otra manera
son doblemente madres.

Va para todas ustedes
no solo una fecha que al pegar la noche acabará
sino toda una longeva vida,
llena de dicha y muchisíma felicidad.
 

De la inspiración del Dr. Juan Pinto
Adaptación: Caleb Cruz

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